Muy pocas veces en el fútbol se viven situaciones como la que ayer le tocó vivir al equipo almanseño, pero este deporte nunca deja de sorprendernos. Los de Arnedo hacían frente a un partido vital para no perder la onda del Toledo y recuperar la segunda posición aprovechando que al Manchego le tocaba descansar.
El equipo de Quico Peña se adelantó a los quince minutos de partido, y a partir de ahí la mala suerte se cebó con los almanseños. Primero se lesionó Barnes, poco después Pichi y, por último, Chupi, por lo que Arnedo tuvo que agotar los tres cambios antes del descanso. Tal vez alguien se parase a pensar que no podía pasar ya nada peor, pero se equivocaba.
En la segunda mitad el Piedrabuena pudo rematar el encuentro, pero todo dio un giro cuando Gaviro disparó a puerta, siendo el balón rechazado por un defensor y despitando al guardameta Ruíz Pérez. Empate a uno en el marcador. Pero la alegría duró poco en el bando almanseño porque Tom cometió falta fuera del área y vio la roja directa. Paco Septien, con el coraje que le caracteriza, se puso los guantes y mantuvo a salvo la portería.
Lo que parecía ser una debacle para los almanseños se convirtió en un éxtasis inigualable, ya que otra vez Gaviro, se encargó de mandar el balón al fondo de la red con una falta directa. El Piedrabuena dejó escapar así una oportunidad inigualable de alcanzar los puestos de play-off, y el Almansa se mantiene en la estela del líder, que el próximo domingo tendrá que visitar el Polideportivo Municipal almanseño. Qué gran partido nos espera, ya que con un triunfo almanseño se recortarían las distancias a sólo dos puntos, mientras que si gana el Toledo, ampliaría su renta a ocho puntos, lo cual complicaría mucho las aspiraciones almanseñas de conseguir el liderato. Aquí también hay liga.
